Esta ruta la haremos en coche y partiremos desde St. Nazaire... ¿por qué? Pues porque esta localidad es un puerto de llegada de ferries desde España y desde Inglaterra, con lo que es ideal para traer tu vehículo. Pero ¡ojo!, el problema es que los ferries no están operativos durante todo el año y de hecho algunas compañías ahora mismo solo llevan transporte de mercancías ya que llevar a turistas no es rentable... pero no te preocupes, la otra opción es partir desde la ciudad de Nantes, a donde podrás llegar en avión o tren (desde París, por ejemplo) y luego alquilar un auto.




1. Valle del Bajo Loira: La ruta de los castillos.


En Nantes es donde empieza la ruta por el valle del río Loira, de hecho es la capital de la región de los Países del Loira. Entre Nantes y Orleans existe a lo largo del valle fluvial un paisaje espectacular de verdes campos y preciosos castillos. Los castillos son grandes o pequeños, todos son diferentes, puedes elegir cuales de ellos visitar en función del tiempo que tengas incluso alguno se puede ver desde la carretera. Atención porque... ¡¡hay más de 200 castillos!! Algunos se encuentran en el centro de los pueblos pero otros están aislados. Por supuesto a lo largo del recorrido dispones de sitios para comer, alojamientos y varias actividades turísticas. Es ideal para pasar varios días.


Castillo de Azay-le-Rideau (Valle del Loira)


2. De Orleans a Versalles, pasando por Chartres.


Tanto el río Loira como el Sena son ríos muy largos que nacen en el sureste de Francia, cerca de los Alpes, para cruzar el país en dirección noroeste y desembocar en el Océano Atlántico. La parte alta de un río es la más próxima a su nacimiento y la parte baja la más cercana a su desembocadura.

En París comienza la ruta por el valle bajo del Sena hasta Normandía, pero antes de llegar allí, podemos hacer parada en Versalles o incluso ver París, aunque te recomiendo que lo dejes para otra ocasión y dediques más tiempo para ver la capital de Francia, porque bien se lo merece. Lo que sí te recomiendo, como queda de camino hacia nuestro destino, es que hagas parada casi obligada en Chartres, para ver su impresionante catedral, una de las más altas del mundo. Si viajas en coche la puedes ver a lo lejos en medio del paisaje llano y verde de esta parte del corazón de Francia.


Versalles-Francia
Jardines del Palacio de Versalles



3. Valle del bajo Sena: la ruta de las abadías.


En esta parte baja del curso fluvial, el río Sena va formando meandros hasta llegar al Atlántico, formando un paisaje espectacular con pueblos pintorescos con impresionantes vistas como el famoso Les Andelys, que aparece en muchas postales francesas. Ya entre Rouen, ciudad que merece la pena visitar como capital de la Alta Normandía, y la desembocadura, se encuentra el Parque Nacional de los Meandros del Sena. En este espacio natural están emplazadas las abadías de Jumièges y Saint Georges de Boscherville, que no debemos dejar de visitar!




4. Normandía.


Para hacer esta ruta completa y volver a Nantes, es ideal hacerlo por Normandía y Bretaña. Aunque si dispones de más tiempo, sería buena idea hacer otro viaje más completo por estas regiones para conocerlas mejor, ya que tienen mucho más que ofrecer. Pero en esta ruta, en linea más o menos recta de vuelta a Nantes, podemos conocer algunos pueblos y lugares maravillosos que quedan de camino, para darnos una idea de la singularidad de ambos territorios. Así que... ¡seguimos adelante!

Lo primero que merece la pena de Normandía es visitar los famosos acantilados de Étretat. El camino desde Rouen hasta aquí por carretera es sencillamente extraordinario. El paisaje presenta campos inmensos de cultivo llenos de tonalidades amarillas, cuando florece la colza, en primavera y verano.
También podemos visitar los bonitos pueblos de Honfleur y Bayeux, además de la ciudad de Caen.


Étretat Normandie France
Acantilados de Étretat (Normandía)



Continuando hasta Bretaña, la última parada antes de cambiar de región, hacemos parada obligatoria en el Mont Saint-Michel, quizás el lugar más característico del norte de Francia. Un un pequeño islote 
rocoso cerca de la costa en el que emerge una espectacular abadía del siglo XVI y un pequeño pueblecito a su alrededor. Desde la carretera, se observa su espectacular belleza a lo lejos, y para llegar a ella habrá que tomar un bus desde el párking o caminar durante...Ya que se busca que no haya una excesiva masificación turística. Necesitas algo de tiempo pero merece la pena visitarlo y tomar unas fotografías de recuerdo, sobretodo al anochecer o con la marea alta.


Mont-Saint-Michel
Mont Saint-Michel


5. Bretaña.


Cerca de Mont Saint-Michel se encuentra la ciudad bretona de Saint-Malò. Es una ciudad pequeña pero más moderna en la que destaca su fortaleza amurallada y también su puerto. Y a pocos kms. se encuentra Dinan, una pequeña ciudad muy turística y muy viva, llena de establecimientos comerciales y tiendas de souvenirs. Desde aquí podemos ir hasta Fouguères, pueblo medieval característico de esta región o continuar a Rennes, la capital de la Bretaña.


El paisaje en esta parte de la Bretaña francesa cambia con respecto a su vecina Normandía. Los campos de cultivo dejan paso a prados de hierba para pasto natural, zonas más arboladas y con pueblecitos medievales de ensueño, siempre próximos a pequeños ríos, muy cuidados y adornados con flores. Tres de estos pueblos los encontramos muy próximos entre sí, ya cerca de Nantes. Son Josselin, con un imponente castillo. Malestroit, y Rochefort-en-Terre, este último nombrado como el pueblo más bonito de Francia en el año 2016.

Antes de regresar a Nantes o al puerto de St. Nazaire, puedes finalizar el recorrido en algún punto de la costa más oriental de Bretaña, como la Platge de Mine d´Or. Como podrás imaginar, su nombre se debe a sus arenas de color ocre.


 
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